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...Desnudamos nuestros cuerpos para desnudar el alma...
Te ves tan indefenso desudo, pienso...
Tu cuerpo de buen hombre es demasiado grande, para ese corazón que no sabe a que amar.
Estabas perdido, solo, sin saber que rumbo tomar, sin encontrar la salida que te lleva a lo que te prometiste a ti mismo... felicidad.
Quise ayudarte y no sabia como hacerlo, solo pude regalarte mis ojos, para que vieras a través de ellos, que la vida sigue, mis oídos, para escuchar lo que nadie escucho antes, lo que quisiste compartir solo conmigo en ese instante, como las caricias que nos dimos y regale mis brazos para acurrucar esa alma perdida que solo quiere encontrar de nuevo su camino a casa.
No deseo que te equivoques, ruego para que Dios te ayude a escoger bien y es que te quiero tanto, tanto, que daría lo que fuera por verte sonreír otra vez.
...Desnudamos nuestros cuerpos para desnudar nuestra alma...
¿Sabes lo que descubrí cuando nos reconocíamos desnudos?
Seguramente somos almas gemelas, sé que nos encontraremos en otra vida, porque en esta no logre percibir a tiempo que veníamos de la misma rama del árbol, esta vida ya se nos hizo muy corta y necesitamos otros hermanos de alma que nos enseñen el camino...
Yo sé que te veré en mi nueva vida, no sé que seremos, tal vez seas mi hijo, o mi madre o un amigo o quizás vuelvas a ser un amor y quizás nuestras almas no necesiten sacarse la ropa para reconocerse otra vez...