Me llego la visita inesperada... ósea me visito Andrés, el que viene cada mes, o la Juana Memese y estoy con bandera roja... Si, me llego la regla o menstruación dicho en forma correcta y comienzo a sentir como mi cuerpo y me animo obedecen a estos trastornos hormonales que se dan cada 28 días y para mi suerte no duran mas de 4, pero que en momentos como estos se me hacen eternos...
Siempre me ha encantado haber nacido mujer, creo que este genero me llena, me siento "woman hasta la muerte", pero una vez al mes, cuando mi ciclo menstrual provoca estragos en mi, reniego de mí adorada condición de Lady y envidio a los hombres que ignoran lo que es tener que vivir tantos años preocupada de¡ te llego o no te llego!, con dolor de ovarios, cabeza y dolores musculares, antojada de comer chocolates o comida chatarra, bien rica en grasa, ver como parecemos unicornios con esas decorativas espinillas, que adornan justo los lugares que más nos cuestan ocultar, botando sangre sin estar heridas, preocupándose de no pasar un bochorno y mancharse, o que la visita no te pille desprevenida y sin esas toallas y ni hablar del sentimentalismo, con las lagrimas a flor de piel, todo nos llega, todo nos emociona y afecta, nos ponemos irritables, contreras, difíciles y los hombres que poco entienden de mujeres, creen que nos solucionaran el problema con un simple " le saco la sal", no es justo.
Yo en particular, toda mi vida he tenido un rollo con "mis días R", comencé en este cuento de muy pequeña, con solo 9 o 10 años y ahí tuve que asumir que ya era una señorita, como me dijo mi abuelita y que debía dar gracias a Dios porque podía ser madre, al poco andar me di cuenta que el regalo de la maternidad no-venia sola y traía tantas molestias que creo que Dios se apuro en dármelo.
Así he tenido que sobrellevar este ciclo loco, y he probado todas las pastillas del mercado para atenuar dolores premenstruales y ni hablar de las famosas toallas que son un dolor de cabeza extra para mí, es que soy un tanto alérgica y la malla sec. no va con migo y solo me acomodan las ultraplanas, normal con alas, que he decido comprarlas al por mayor para que no me pille el día sin protección adecuada...
Bueno esos son los karmas de ser mujer, pienso...
Y trato de recordar que las veces que he tenido un susto, me he alegrado de buena gana de recibir mi "compañera roja". Y si, puedo ser madre y deberé aguantar un tiempo mas esa guerra de hormonas en mi, para recibir el regalo cuando lo decida...
